Mantenimiento de su automóvil
Guía básica para el cuidado y mantenimiento de su automóvil, repasando los elementos claves para mejorar su seguridad y su economía
¡La realización de un sencillo mantenimiento de las partes esenciales del vehículo prolongará su vida y nos evitará desagradables sorpresas durante la conducción!
La batería
¡El cambio de bujías o calentadores, a su debido tiempo, alarga la vida de su batería!
La batería se puede ver afectada por muchos factores: tener el coche parado durante mucho tiempo, circular más por ciudad que por carretera, los rigores del invierno, las temperaturas muy altas o la humedad...
Para tener su batería siempre a punto, procure no dejar su coche mucho tiempo parado, ya que puede descargarse. Si el coche va a estar mucho tiempo sin circular, conviene desconectar la batería y volver a conectarla cuando sea necesaria.
Es conveniente realizar un mantenimiento con agua destilada, excepto en las de "sin mantenimiento", al menos dos veces al año, con objeto de evitar los problemas producidos por la cal. No han de superarse las marcas indicativas del nivel para que no rebose, lo que podría producir daños en el soporte de la batería o en otras piezas del motor. Un nivel bajo puede producir un cortocircuito.
Mantenga los bornes siempre limpios y bien engrasados, deben protegerse con vaselina, pero sin exceso. Es aconsejable comprobar el estado del alternador y del regulador una vez al año. Sobre todo en coches de cierta antigüedad, ya que el mal funcionamiento de dichos elementos puede deteriorar la batería. Haga que le revisen el alternador y la carga de la batería habitualmente, sobre todo si circula mucho por ciudad.
El aceite
¡Es conveniente cambiar el aceite y el filtro una vez al año aunque no se hayan recorrido los kilómetros indicados por el fabricante!
El aceite es un elemento vital en el mantenimiento del vehículo. Se deben tener muy en cuenta las recomendaciones del fabricante del vehículo en cuanto a la calidad y la viscosidad del aceite empleado.
Los fabricantes de los vehículos utilizan las normas API y ACEA para definir la calidad de los lubricantes que recomiendan en sus coches. Es muy importante seleccionar un aceite que tenga la calidad indicada o superior, pero nunca inferior, ya que ponemos en peligro el buen funcionamiento de nuestro motor.
Es imprescindible realizar los cambios de aceite con regularidad, siguiendo en cualquier caso la recomendación del fabricante. Conviene reducir el intervalo entre dos cambios de aceite en situaciones de uso intensivo del vehículo: conducción exclusivamente urbana, conducción deportiva, conducción con cargas elevadas, etc.
Una de las principales funciones del aceite es limpiar el interior del motor; si lo mantenemos demasiado tiempo, estaremos circulando con un lubricante sucio y contaminado que no será capaz de cumplir con dicha función, generando un exceso de residuos y contaminantes en el motor.
Filtro de aceite
¡La duración de todos los filtros depende de las impurezas del combustible y el lubricante, de los trayectos urbanos que se realice y del kilometraje del vehículo!
Filtro de aceite, su función es retirar las partículas contaminantes del aceite. Estas partículas pueden ser residuos de combustión, partículas metálicas o suciedad. La suciedad excesiva en el filtro del aceite impide la normal circulación del mismo lo que puede ocasionar un desgaste prematuro del motor y potenciales averías. Una mala filtración del lubricante puede provocar un desgaste rápido del motor.
Filtro de aire, es el pulmón del motor. La suciedad excesiva en el filtro de aire lleva consigo la disminución de las prestaciones del motor y un aumento del consumo de combustible. Un filtro de aire en mal estado puede generar dificultades en el arranque, mayor consumo de combustible, reducción de prestaciones y humos negros en el escape.
Filtro de combustible, impide que las impurezas contenidas en el combustible lleguen al circuito de alimentación protegiendo así al carburador o al dispositivo de inyección. Es importante tener en cuenta que los motores diesel necesitan una filtración más fina y una ausencia total de agua en el combustible.
El silencioso
¡Si usted escucha cualquier ruido anormal en el tubo de escape, haga que se lo revisen en su taller habitual!
El silencioso contribuye al buen funcionamiento del motor, canalizando los gases de la combustión mientras atenúa los ruidos del motor.
El principal problema de los silenciosos es la condensación del agua producida por la combustión. Especialmente, si el vehículo permanece largo tiempo sin ser usado o solo realiza trayectos cortos, al no alcanzar el silencioso la temperatura suficiente, el agua depositada no se evapora convenientemente, lo que produce oxidación y rotura.
El silencioso está sometido a temperaturas de trabajo muy altas. Cuando el vehículo circula a 120 Km/h se alcanzan los 800ºC de temperatura en los gases de escape.
En los trayectos cortos se producen mayores oxidaciones que en los largos.
La conducción deportiva produce fuertes vibraciones mecánicas que afectan directamente al silencioso.
Un error en el que se suele incurrir es no cambiar las gomas y soportes de los tubos y silenciosos que pueden haber cedido, lo que aumenta la movilidad y vibración, lo que puede ser causa también de rotura.
Los frenos
¡A veces lo que ocurre es que las pastillas han cristalizado dando lugar a ese ruido y a una frenada deficiente!
Los frenos son el órgano de seguridad por excelencia y tienen como papel principal detener el vehículo en las mejores condiciones. Un buen sistema de frenos garantiza: eficacia “mínima distancia de frenado”, estabilidad “conservación de la trayectoria” y progresividad “eficacia proporcional a la acción del pedal”.
Debe prestarse atención a las siguientes circunstancias: el aumento de la distancia de frenado, el parpadeo del indicador de freno del tablero, el aumento del recorrido del pedal del freno, los ruidos y vibraciones que son producidos por un desgaste excesivo y la disminución del líquido de frenos (debe cambiarse cada dos años).
El sistema de frenado debe revisarse al menos cada 20.000 km .
Un problema que suele darse con respecto a las pastillas de freno es el de producirse un desagradable ruido al frenar. Se suele achacar a la dureza de las pastillas, aunque no siempre esto es así.
Las zapatas también se prestan a equívocos, ya que no sufren un desgaste tan acusado como las pastillas, sino que se endurecen con el transcurso del tiempo y no frenan correctamente, siendo muy difícil para el usuario establecer cuando ha de cambiar las zapatas.
Los amortiguadores
¡Cada vez que se cambian es necesario alinear la dirección!
Los amortiguadores son esenciales para la seguridad, participando en el agarre en carretera y en el confort de los pasajeros.
Forman parte de la suspensión del vehículo, manteniendo el contacto del mismo con la carretera.
Facilitan la estabilidad del vehículo en baches, curvas, badenes, impidiendo peligrosos desplazamientos y evitando la salida de la calzada.
También son unos elementos esenciales en la frenada. Unos amortiguadores en mal estado hacen que el coche adquiera mayor inercia, necesitando más metros para frenar y aumentando el desgaste de los neumáticos.
Los amortiguadores duran por término medio 40.000 Km.
Los neumáticos
¡Es conveniente cambiar las válvulas junto con los neumáticos, porque también se deterioran apareciendo pérdidas de presión!
Los neumáticos son las piezas de contacto entre el vehículo y la calzada, por ello es importante revisar el dibujo de los neumáticos. El mal estado de un neumático puede causar accidentes.
El desgaste de los neumáticos depende de muchos factores: kilómetros recorridos, estilo de conducción, estado del asfalto, carga del vehículo presión de inflado, estado de los amortiguadores, reglaje, etc.
A la hora de sustituir un neumático no debemos basarnos solo en el estado del dibujo. En muchas ocasiones el dibujo está entero pero la rueda está muy seca y dura, pierde agarre. La ley establece una profundidad mínima del dibujo de 1,6 milímetros.
Los fabricantes aconsejan el cambio de neumáticos cada 50.000 Km. En muchas ocasiones la cubierta tiene más de esos kilómetros y aún mantiene el dibujo, pero si observamos el lado de la llanta, veremos que la goma está agrietada, pudiendo llegar a producirse reventones.
Compruebe periódicamente la presión de las ruedas, sin olvidar la rueda de repuesto. Y hágalo siempre antes de iniciar un viaje. Este control debe hacerse con los neumáticos en frío (menos de 3 Km recorridos a baja velocidad). Si los neumáticos están calientes, las presiones indicadas en su automóvil deben ser aumentadas en 0,3 bar.
Las escobillas
¡Su seguridad se ve afectada ya que la visibilidad disminuye!
Las escobillas aseguran la visibilidad en todo momento, despegan las partículas pegadas y la polución, evacuan el agua, hielo y nieve por una acción mecánica.
Sólo una escobilla de caucho natural garantiza una limpieza impecable del parabrisas. Ahora bien, el caucho es una materia viva, se endurece y se desgasta progresivamente por efecto de los agentes climatológicos, la acción mecánica, etc.
Después de un año se detectan estos defectos: estrías, ruidos y rastros.
Es conveniente revisar las escobillas antes de realizar un viaje de larga duración y antes del invierno y del verano.
Anticongelante / refrigerante
¡No es aconsejable añadir sólo agua!
Anticongelante/refrigerante responsable de proteger el circuito de refrigeración tanto a altas como a bajas temperaturas proporcionando en cualquier caso la óptima refrigeración.
Debe poseer propiedades anticorrosivas para evitar el deterioro de las partes del circuito.
Periódicamente debe revisarse el nivel de anticongelante y reponer si es necesario. No es aconsejable añadir sólo agua, ya que esto reduciría las propiedades del anticongelante.
Con los anticongelantes convencionales se recomienda su cambio cada dos años mientras que con los orgánicos se puede prolongar el cambio hasta los 4 ó 5 años.
En cualquier caso siempre se deben tener muy en cuenta las recomendaciones del fabricante del vehículo.
Los faros
¡La correcta visibilidad!
Los faros, la correcta visibilidad bajo cualquier circunstancia es fundamental para una conducción segura.
Es aconsejable comprobar la regulación de los faros de manera periódica y mantenerlos siempre limpios y en buen estado.
Lleve siempre consigo un juego de lámparas de recambio para posibles sustituciones.